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Ordenadores, móviles, tablets y muchas horas sentado delante de una pantalla en el trabajo, en eso se basa nuestro día y día. Aunque con todos estos aparatos la vida es más fácil, a menudo a nuestro cuerpo se lo ponen cada vez más difícil.

Gestos cotidianos que parece que no son graves, como puede ser escribir en un teclado, mirar el móvil o cruzar las piernas en la silla, pueden causar lesiones por esfuerzo repetitivo, que pueden afectar finalmente, incluso a tendones, ligamentos y articulaciones.

Pero el cuerpo avisa y da señales que muchas veces nosotros mismos ignoramos, como pueden ser la fatiga, contracturas, rigidez y quemazón muscular u hormigueo y adormecimiento. Estos pequeños detalles si no se corrigen, pueden llegar a crear lesiones más serias, como tendinopatías, dolor articular o cervicalgia.

Todo esto tiene fácil solución, simplemente con cambiar de postura y mejorar la ergonomía. Para conseguirlo, hay que adaptar los objetos a las personas y al entorno, y no al revés. Desde Traumadepor presentamos una serie de consejos, sobre todo para el trabajo, pero también en el día a día, para mejorar la ergonomía.

Postura del cuerpo en la mesa y sentado en la silla

Como hemos dicho antes son muchas las horas que las personas pasan sentadas, por lo que una buena postura es básica. Si se puede, hay que procurar usar una silla ajustable, con apoyabrazos y de un tamaño adecuado al cuerpo para intentar estar cómodo y además, prestar especial atención a:

La espalda

La zona de las lumbares debe quedar directamente apoyada sobre el respaldo de la silla, o si lo prefieres apoyada en un cojín. Lo más importante es que quede recta y apoyada. Puede servirte como truco procurar tener la oreja, el hombro y el codo alineados. Hay que procurar no doblar la espalda hacia la mesa, algo que es muy habitual al trabajar con un ordenador.

 

Los brazos

Muchas veces, sin darnos cuenta, cuando escribimos en el ordenador, estamos tecleando con los brazos en el aire, y es algo que debemos evitar para no sobrecargar los músculos. Los brazos deben estar apoyados en la mesa y para ello, el ángulo que debe formar el antebrazo y el brazo debe ser de 90º. Las muñecas y los brazos deben quedar también rectos.

Los pies

A menudo, para estar más “cómodos” apoyamos los pies en las ruedas de la silla, nos sentamos sobre las piernas o las cruzamos. Pues bien, los pies deben apoyarse firmemente en el suelo, quedando a la misma altura que los muslos, se recomienda el uso de reposapiés. El ángulo de la rodilla al estar sentado debe ser de 90º o más.

Como consejo, se debe evitar estar mucho tiempo en la misma postura, de vez en cuando, hay que levantarse, estirar la espalda y los brazos (se recomienda que alrededor de 5 minutos de pie por cada hora sentado).

Posición de los objetos en la mesa

Los objetos que usamos y que tienen que estar sobre la mesa deben estar colocados de tal forma que no haya que cambiar de postura constantemente. Por eso, se puede dividir la mesa en tres zonas según la proximidad y uso de los elementos.

  • Zona de confort: se trata de los objetos que debemos tener al alcance de la mano sin tener que alargar el brazo. Elementos como el ratón o el teclado.
  • Zona de alcance: es la distancia en la que sí que hay que extender el brazo para coger el objeto, pero sin cambiar de postura. Es la zona perfecta para lo que se necesita, pero no todo el tiempo, elementos como el móvil, el bolígrafo, la botella de agua o documentos.
  • Zona de no alcance: es la que no está al alcance de la mano. Hay que extender el brazo y además, hay que cambiar de postura para llegar al objeto. En esta zona, no se debe colocar nada que vayamos a usar en repetidas ocasiones, puede ser una zona para objetos decorativos.

Desde nuestra Clínica de fisioterapia y traumatología deportiva en Alicante creemos que es importante conocer si tu postura es la adecuada o no y estos consejos te pueden ayudar a mejorarla y sentirte mejor tanto en el trabajo como en casa.

 

Foto portada Por Africa Studio / Shutterstock.com.