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Por Enrique Romero 🕓 Lectura 3 min
La prescripción médica de ejercicio físico es una alternativa muy válida para la recuperación y curación de algunas dolencias, sin embargo no siempre es considerada. En general, hoy en día nos hemos acostumbrado a ir al médico o al fisioterapeuta por algún problema y se prescriba algún de tratamiento médico. Entre estos tratamientos solemos encontrar soluciones pasivas como medicamentos, infiltraciones o reposo, y en las que se elude la actividad física. En este post queremos reivindicar el ejercicio físico como una prescripción médica a tener en cuenta.
Pero cuando se trata de resolver un problema de salud, hay otras opciones que también son importantes y eficaces. Una opción que podría prescribir el médico es las de no hacer nada en concreto y simplemente esperar. Así, se realiza un seguimiento activo, citando al paciente cada cierto tiempo para ver la evolución y decidir si hace falta algún otro tratamiento. Otra opción es la prescripción de ejercicio físico dirigido y programado, opción en la que estamos especializados en Traumadepor, clínica de Medicina General y Fisioterapia líder en Alicante.
Cada vez aparecen más y más estudios científicos que relacionan el ejercicio físico con la mejoría de la salud. Ejercicio físico para mejorar la diabetes, ejercicio físico para la cardiopatía isquémica o para la hipertensión; para ayudar a perder peso o para mejorar determinadas dolencias por sobrecarga. En ocasiones, los médicos recomiendan reposo absoluto pero a no ser que sea imprescindible, la práctica de ejercicio físico es muy recomendable para tratar diferentes dolencias.
Se trata de llevar a cabo cualquier actividad física más allá de que el paciente esté sentado o tumbado. Se puede realizar cualquier ejercicio de pesas, gomas, repeticiones de movimientos, bicicleta o juegos en la calle. No hace falta estar federado en un deporte, no hace falta apuntarse a competiciones, no es necesario darse de alta en un gimnasio, no se trata de lo que se conoce como “hacer deporte” sino de aumentar la actividad física diaria. Tampoco es necesario que el ejercicio físico sea solo de tipo cardiovascular, también puede ser de fuerza, aunque es verdad que los mejores resultados se obtienen con una mezcla de ambos. Solo con hacer pequeños ejercicios de repetición contra resistencia (pesas o gomas) ya estaríamos obteniendo ganancias para nuestra salud.
Aunque esto era más habitual hace años todavía hoy en día, en algunos casos de lesiones deportivas, se prescribe inmovilización y reposo durante semanas e incluso meses de duración. Pero cabe destacar que cada vez existen más pruebas de que si se retiran lo antes posible las inmovilizaciones ayuda a mejorar la lesión y disminuye los tiempos de curación y la vuelta a la competición (concepto conocido como return to play).
Foto Portada por Annette Shaff / Shutterstock.com.
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