El dolor musculoesquelético crónico (DMC) aparece definido en un estudio reciente publicado en la revista Musculoskeletal care como el dolor continuo que se siente en los huesos, articulaciones y tejidos del cuerpo que persiste durante más de 3 meses. Para estas afecciones, se acepta ampliamente que las patologías secundarias parecen ser los principales contribuyentes al dolor y la discapacidad. Incluido el miedo al movimiento, la catastrofización del dolor, la ansiedad y la sensibilización del sistema nervioso.

Si bien el ejercicio es una modalidad de tratamiento primaria para el dolor musculoesquelético crónico, la intención a menudo es mejorar la función física con menos atención a patologías secundarias. Existe un consenso para el ejercicio individualizado y supervisado basado en la presentación del paciente, objetivos y preferencias que se perciben como seguros. De esta manera se logra evitar fomentar asociaciones inútiles entre la actividad física y el dolor. Los estudios de ejercicios aeróbicos y de resistencia han proporcionado la evidencia que respalda el ejercicio para tratar el DMC.

Por lo tanto, MUÉVETE. El ejercicio controlado y supervisado por un profesional sanitario acelerará tu recuperación.

Atento a este dato, te resultará interesante: El colágeno es una proteína cuya función es mantener unidas las diferentes estructuras del organismo. Es la molécula proteica más abundante en los vertebrados y se calcula que una de cada cuatro proteínas del cuerpo es colágeno.

Pero ¿Qué sucede con el colágeno cuando no nos movemos? La inactividad disminuye la síntesis de colágeno. Este resultado ilustra por qué la actividad incluso en presencia de lesiones que cursan con dolor , como las tendinopatías, es mejor para la regeneración de tejido tendinoso. Los fisioterapeutas de Traumadepor le guiarán en la realización de un protocolo personalizado de ejercicios que ayudará a la correcta alineación de las fibras de colágeno.

El ejercicio es la piedra angular en el proceso de rehabilitación y en la mejora del dolor.»Créeme, la recompensa no es tan grande sin la lucha».
Wilma Rudolph